1 ene 2012

Parásitos

De felicidad andamos escasos. Por eso, cuando uno empieza a ser un poco feliz, se te pegan los parásitos. Y cuando te has librado de los parásitos, lo único que te importa es no dejar que se te acerquen de nuevo.
Hay veces que la persona que te chupa la sangre no es quien tú crees que es. Y hay veces que cuando te has librado de un parásito aparece otro. Y hay veces... que quien creías que se pegaba a ti para vivir a tu costa es quien te devuelve la felicidad.
Queramos o no somo parásitos de la felicidad de los demás. Por eso yo necesito gente feliz a mi lado o simplemente gente a la que pueda abrazar...

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