En 1633, la inquisición obligó a Galileo Galillei a ponerse de rodillas y retractarse de sus teorías acerca del movimiento de la tierra. Al levantarse, Galileo murmuró: "¡Eppur, si muove!" (¡Y sin embargo, se mueve!). Lo que habría de significar es que a pesar de desdecirse, seguía pensando del mismo modo. Desde entonces, esta frase se ha transformado en la quintaesencia de la rebeldía del científico ante la coerción de la autoridad y la censura de la fe.
19 sept 2012
26 jun 2012
La Visión del Extranjero: Carta a AMLO de un talentoso intelectual mexicano
La Visión del Extranjero: Carta a AMLO de un talentoso intelectual mexicano: "Estimado Andrés Manuel" Por: Francisco Martín Moreno (Autor de México Negro, México Mutilado, México ante Dios, Arrebatos Carnales y v...


No existe ningún mexicano, medianamente sensato, que no esté de acuerdo con tu tesis consistente en que "Primero los Pobres". ¡Claro que primero los pobres!
¿Quién puede oponerse a semejante propósito político y social?
Quienes realmente queremos a este país deseamos elevar a la altura mínima exigida por la dignidad humana, a todos aquellos compatriotas que carecen de lo estrictamente indispensable.
¡Claro que queremos educación para todos!
¡Claro que queremos bienestar para toda la nación!
¡Claro que queremos un ingreso per cápita de cuando menos 30 mil dólares al año para cada mexicano!
¡Claro que queremos apagar todas las mechas encendidas, que no hacen sino atentar en contra de la estabilidad y del desarrollo en general del país!
¡Claro que queremos aumentar el ingreso, pero a través de la productividad y no a través de decretos ya conocidos que disparan la inflación con todas sus consecuencias!
¿Quién no desea ayudar los indios de México?
¿Quién no desea alfabetizarles?
¿Quién no desea contener la emigración de cientos de miles de mexicanos a los Estados Unidos?
¿Quién no quiere agua potable, televisión, estufas, piso de concreto y paredes de ladrillo en cada familia mexicana?
Querido Andrés: todos coincidimos en la necesidad inaplazable de rescatar a los marginados, sólo que yo no coincido contigo en las estrategias que has planteado para rescatarles de la miseria.
Entiende que la única célula generadora de riqueza es la empresa y los empresarios, a los que tú llamas hambreadores del pueblo o parásitos sociales, son los agentes operadores del bienestar.
La práctica lo ha demostrado.
¡Mientes!.
Todos coincidimos con el fin, pero la mayoría no está conforme con tu método.
Se vio en las urnas.
Ni partiendo el sueldo de los funcionarios públicos a la mitad ni evitando la corrupción que devora lo mejor de nuestro país, podremos generar la suficiente riqueza para crear los empleos que requiere México, la herramienta más eficaz para ayudar a los pobres que tanto nos preocuparan.
Tu diagnóstico está equivocado.
Un gobierno encabezado por tí jamás creará los empleos que requiere México ni extinguirá las mechas encendidas, ni impulsará la recaudación tributaria indispensable para que el gobierno aumente significativamente el gasto en Desarrollo Social.
Nadie con dos dedos de frente podría aceptar que tus tesis económicas ayudarán a la capitalización de las empresas ni estimularán la investigación tecnológica, ni ampliarán los mercados, ni estimularán la competitividad en el comercio internacional, ni abaratarán costos de producción, ni propondrán alternativas inteligentes para modificar el TLC, dando los pasos adelante necesarios para acercarnos, poco a poco, al esquema de una Comunidad Económica de Norteamérica.
No tienes ningún derecho en detener a la inversión extranjera ni a la doméstica, que tanto necesitamos para prosperar.
No tienes justificación para espantar a los capitales que vienen a ayudar a construir un México mejor.
Careces de elementos, nunca los tendrás, para estimular el odio entre todos los mexicanos, ni para polarizar este país, ni para crear trincheras entre todos nosotros únicamente para dividirnos, la única condición en que los mexicanos hemos sido históricamente derrotados.
Tú no representantas a la izquierda, sino al más catastrófico populismo, del que yo no quiero jamás volver a acordarme.
Izquierda era la de Mitterand , la de Felipe González , es la de la Bachelet , a diferencia de la supuesta izquierda de Chávez o la de Castro , quien ha impuesto la felicidad con la fuerza de las bayonetas...
¡ERES UN PELIGRO!!!!!!!
No, no Andrés, para tí es irrelevante el incendio de todo lo mío, la destrucción de todo lo que he construido en los últimos siete siglos.
Es claro que no te importa que nos volvamos a incendiar como en 1810, en 1858 o en 1910, siempre y cuando tú puedas compensar los vacíos sicológicos que se remontan a tu infancia.
No, Andrés, ese no es el camino.
Si el padrón federal lo integran 72 millones de electores y de ellos sólo 14 votaron por tí, entonces 58 millones no te quieren en la Presidencia, o sea, más del 80 por ciento te rechaza como jefe del Ejecutivo.
Antepones tu bienestar personal al mío.
Deseas intimidar a las autoridades judiciales mediante la protesta callejera.
No quiero un Mussolini mexicano que acepte la ley siempre y cuando le beneficie y que rechace a la Constitución por ser una herramienta a favor de la burguesía.
La mayoría estamos conscientes de nuestras debilidades económicas y sociales, sólo que hemos decidido no convocarte a tí para resolver los difíciles problemas que nos aquejan.
Abandona el llamado a la violencia.
Abstente de erigirte como intérprete de la voluntad popular y resígnate a aceptar tu derrota.
La mayoría de los mexicanos no te quiso en la Presidencia de la República, porque lejos de ayudar a los pobres, los hundirás más en la desesperación hasta que volvamos a matarnos con las manos entre nosotros mismos
Además, te ruego, NO ME INCLUYAS NI A MI NI A TANTOS MEXICANOS INTELIGENTES que no estamos de acuerdo con un tipo como TU que cuando estudiante fuiste Tramposo y Malo; cuando Funcionario en tu Estado, Ladrón y Mentiroso......por favor NO SIGAS QUERIENDO PARECER LO QUE NO ERES, vives como rico igual que muchos de tus amigos y seguidores pandilleros como Ricardo Monreal y tantos otros que con esa bandera quieren confundir a los que de verdad son pobres en Mexico.
¡¡¡¡NO TE BURLES MAS!!!!
Eres un Inadaptado, Pendenciero, Pandillero, Ladrón y Mentiroso...............
ESO NO ES LO QUE NECESITA MEXICO, A ALGUIEN QUE SEA COMO TÚ
Por favor, ya retírate, mejor vete con tu líder a Venezuela, la pobre Venezuela que está al borde de un colapso económico por el LOCO DE TU AMIGO, hijos ambos de un LOCO como Fidel que ha dado a Cuba mala vida ya, por favor...
¡¡¡YA BASTA!!!
"Estimado Andrés Manuel"
Por: Francisco Martín Moreno (Autor de México Negro, México Mutilado, México ante Dios, Arrebatos Carnales y varios Best Sellers de la historia de México).
Por: Francisco Martín Moreno (Autor de México Negro, México Mutilado, México ante Dios, Arrebatos Carnales y varios Best Sellers de la historia de México).


No existe ningún mexicano, medianamente sensato, que no esté de acuerdo con tu tesis consistente en que "Primero los Pobres". ¡Claro que primero los pobres!
¿Quién puede oponerse a semejante propósito político y social?
Quienes realmente queremos a este país deseamos elevar a la altura mínima exigida por la dignidad humana, a todos aquellos compatriotas que carecen de lo estrictamente indispensable.
¡Claro que queremos educación para todos!
¡Claro que queremos bienestar para toda la nación!
¡Claro que queremos un ingreso per cápita de cuando menos 30 mil dólares al año para cada mexicano!
¡Claro que queremos apagar todas las mechas encendidas, que no hacen sino atentar en contra de la estabilidad y del desarrollo en general del país!
¡Claro que queremos aumentar el ingreso, pero a través de la productividad y no a través de decretos ya conocidos que disparan la inflación con todas sus consecuencias!
¿Quién no desea ayudar los indios de México?
¿Quién no desea alfabetizarles?
¿Quién no desea contener la emigración de cientos de miles de mexicanos a los Estados Unidos?
¿Quién no quiere agua potable, televisión, estufas, piso de concreto y paredes de ladrillo en cada familia mexicana?
Querido Andrés: todos coincidimos en la necesidad inaplazable de rescatar a los marginados, sólo que yo no coincido contigo en las estrategias que has planteado para rescatarles de la miseria.
Entiende que la única célula generadora de riqueza es la empresa y los empresarios, a los que tú llamas hambreadores del pueblo o parásitos sociales, son los agentes operadores del bienestar.
La práctica lo ha demostrado.
¡Mientes!.
Todos coincidimos con el fin, pero la mayoría no está conforme con tu método.
Se vio en las urnas.
Ni partiendo el sueldo de los funcionarios públicos a la mitad ni evitando la corrupción que devora lo mejor de nuestro país, podremos generar la suficiente riqueza para crear los empleos que requiere México, la herramienta más eficaz para ayudar a los pobres que tanto nos preocuparan.
Tu diagnóstico está equivocado.
Un gobierno encabezado por tí jamás creará los empleos que requiere México ni extinguirá las mechas encendidas, ni impulsará la recaudación tributaria indispensable para que el gobierno aumente significativamente el gasto en Desarrollo Social.
Nadie con dos dedos de frente podría aceptar que tus tesis económicas ayudarán a la capitalización de las empresas ni estimularán la investigación tecnológica, ni ampliarán los mercados, ni estimularán la competitividad en el comercio internacional, ni abaratarán costos de producción, ni propondrán alternativas inteligentes para modificar el TLC, dando los pasos adelante necesarios para acercarnos, poco a poco, al esquema de una Comunidad Económica de Norteamérica.
No tienes ningún derecho en detener a la inversión extranjera ni a la doméstica, que tanto necesitamos para prosperar.
No tienes justificación para espantar a los capitales que vienen a ayudar a construir un México mejor.
Careces de elementos, nunca los tendrás, para estimular el odio entre todos los mexicanos, ni para polarizar este país, ni para crear trincheras entre todos nosotros únicamente para dividirnos, la única condición en que los mexicanos hemos sido históricamente derrotados.
Tú no representantas a la izquierda, sino al más catastrófico populismo, del que yo no quiero jamás volver a acordarme.
Izquierda era la de Mitterand , la de Felipe González , es la de la Bachelet , a diferencia de la supuesta izquierda de Chávez o la de Castro , quien ha impuesto la felicidad con la fuerza de las bayonetas...
¡ERES UN PELIGRO!!!!!!!
No, no Andrés, para tí es irrelevante el incendio de todo lo mío, la destrucción de todo lo que he construido en los últimos siete siglos.
Es claro que no te importa que nos volvamos a incendiar como en 1810, en 1858 o en 1910, siempre y cuando tú puedas compensar los vacíos sicológicos que se remontan a tu infancia.
No, Andrés, ese no es el camino.
Si el padrón federal lo integran 72 millones de electores y de ellos sólo 14 votaron por tí, entonces 58 millones no te quieren en la Presidencia, o sea, más del 80 por ciento te rechaza como jefe del Ejecutivo.
Antepones tu bienestar personal al mío.
Deseas intimidar a las autoridades judiciales mediante la protesta callejera.
No quiero un Mussolini mexicano que acepte la ley siempre y cuando le beneficie y que rechace a la Constitución por ser una herramienta a favor de la burguesía.
La mayoría estamos conscientes de nuestras debilidades económicas y sociales, sólo que hemos decidido no convocarte a tí para resolver los difíciles problemas que nos aquejan.
Abandona el llamado a la violencia.
Abstente de erigirte como intérprete de la voluntad popular y resígnate a aceptar tu derrota.
La mayoría de los mexicanos no te quiso en la Presidencia de la República, porque lejos de ayudar a los pobres, los hundirás más en la desesperación hasta que volvamos a matarnos con las manos entre nosotros mismos
Además, te ruego, NO ME INCLUYAS NI A MI NI A TANTOS MEXICANOS INTELIGENTES que no estamos de acuerdo con un tipo como TU que cuando estudiante fuiste Tramposo y Malo; cuando Funcionario en tu Estado, Ladrón y Mentiroso......por favor NO SIGAS QUERIENDO PARECER LO QUE NO ERES, vives como rico igual que muchos de tus amigos y seguidores pandilleros como Ricardo Monreal y tantos otros que con esa bandera quieren confundir a los que de verdad son pobres en Mexico.
¡¡¡¡NO TE BURLES MAS!!!!
Eres un Inadaptado, Pendenciero, Pandillero, Ladrón y Mentiroso...............
ESO NO ES LO QUE NECESITA MEXICO, A ALGUIEN QUE SEA COMO TÚ
Por favor, ya retírate, mejor vete con tu líder a Venezuela, la pobre Venezuela que está al borde de un colapso económico por el LOCO DE TU AMIGO, hijos ambos de un LOCO como Fidel que ha dado a Cuba mala vida ya, por favor...
¡¡¡YA BASTA!!!
17 jun 2012
Psicoanálisis de AMLO
Personajes
Alfonso Diez
alfonso@codigodiez.mx
Psicoanálisis de López Obrador
http://www.codigodiez.mx/Textos%20ht2/psicoanalisisdeamlo.html
Ojalá las siguientes líneas le abran los ojos a Andrés Manuel López Obrador, porque es evidente que nadie le ha hecho notar que carga con problemas muy graves. No puede ser Presidente de la República, se lo impiden, de manera contundente, los problemas psicológicos que lleva a cuestas; me explico: padece de Paranoia y de Epilepsia Mental, además de otros problemas personales que lo inhabilitan, como veremos a continuación.
La Paranoia
La paranoia está determinada por dos ingredientes fundamentales, el delirio de grandeza y el delirio de persecución; la psiquiatría distingue en la misma además el error de juicio (predominio en la interpretación de signos) y una agresividad reivindicadora con respecto a los otros.
La idea del complot cada vez que López Obrador califica los sucesos políticos que pueden afectarle es, evidentemente, un componente de su delirio de persecución: “acusan a los demás de corruptos porque quieren acabar conmigo”, “se confabulan exhibiendo a los delincuentes porque quieren acabar con mi carrera”, “los empresarios hicieron el complot para no dejarme llegar a la presidencia”, “las televisoras se confabularon para que yo no ganara”, “sonaron las campanas en catedral porque la mafia política quiere acabar conmigo”.
Pero, ¿quiénes quieren acabar con él?
Comenzó señalando al “innombrable”.
Nunca ha explicado de manera coherente porqué le llama así a Carlos Salinas de Gortari; ¿Por qué no quiere o no lo puede nombrar? ¿Qué problema personal se lo impide?
Queda clara la identificación de Salinas con el padre, en el inconsciente de López Obrador, si recordamos la interpretación de Freud sobre el caso de Schreber: “la paranoia de Schreber era un intento por superar el complejo paterno, especialmente el componente homosexual pasivo”, se cae en la paranoia como defensa contra la homosexualidad, “yo no lo amo, lo odio” que luego se convierte en autodefensa: “me odia”; “de este modo, su propio odio es relacionado con este contenido: le odio porque me persigue”. “La persecución representa la tentación homosexual, transformada en una temible amenaza que actúa independientemente de la voluntad del paciente”.
Andrés Manuel ha mitificado inconscientemente de tal manera la figura de Salinas de Gortari, le ha conferido tal capacidad de maniobra, tal poder: “es el innombrable, el non plus ultra, nadie puede más que él, quiere acabar conmigo (miedo a la castración)”, que queda clara la figura patológica, el delirio de persecución solamente escondido para el que lo padece. Salinas fue además, en una época, jefe de López Obrador; más que eso, jefe de sus jefes, “el jefe supremo”, la figura ideal para identificar con el padre, en este caso con el padre malo.
A Felipe Calderón lo llama “el pelele”; tampoco lo puede nombrar, el caso es equiparable al de Salinas de Gortari, ocupa precisamente el mismo cargo que tenía Salinas y “que le arrebató” a él, y se aplica el mismo análisis en consecuencia.
El otro síntoma de la paranoia, el delirio de grandeza, no requiere de mucha explicación: “México necesita a López Obrador, si no, el país se va a ir a la ruina, viene el caos”, “la única esperanza para que esta nación se salve es Andrés Manuel”, todos los demás, si están en su contra, forman parte del complot: Creel, Fox, la CIA, la DEA, Diego, Cuauhtémoc, Rosario, Ahumada, Calderón, Azcárraga…
Con esa lógica, la gente actúa no en base a sus propias cualidades y debilidades, el país ha ido hacia adelante o hacia atrás no debido a ingredientes generales de tipo económico, político, social y otros, sino porque “quieren acabar con Andrés Manuel”, ¿por qué?, porque saben que Andrés Manuel es el “rayito de esperanza”, “el que acabará con los malos y hará que prevalezca el bien”, “el salvador de la patria”, en otras palabras: el predestinado.
Queda más que claro el delirio de grandeza.
Los anteriores delirios, sumados, nos permiten diagnosticarle paranoia.
La Epilepsia Mental
La epilepsia puede darse de dos maneras: motora, que es la más evidente porque el cuerpo se convulsiona y mental que sólo se percibe cuando se conoce el cuadro clínico que la determina.
Según un magnífico psicoanalista, Otto Fenichel, “con lo que mejor se puede comparar un ataque epiléptico es con la crisis afectiva”, para efectos de explicarlo y éste se produce “solamente en personalidades orgánicamente predispuestas”, tales individuos son propensos a reaccionar a ciertos estímulos externos, presiones, que capta el encefalograma y provocan descargas explosivas y convulsivas.
En la mayor parte de sus conferencias matutinas de prensa cuando era jefe de gobierno, Andrés Manuel mostraba claras lagunas mentales al dirigirse a su auditorio, decía algunas palabras y su mente se quedaba en blanco hasta que volvía a pronunciar palabras que completaban (o pretendían hacerlo así) su idea; él lo explicaba aduciendo que “tenía que hablar despacito” para expresarse mejor, para no equivocarse, pero entonces basta que uno se pregunte ¿Por qué todos los demás no padecen esos espacios verbales? ¿Por qué los demás hablan “de manera normal”? para intuir que hay algún problema; tal vez nadie se lo haya dicho a Andrés Manuel pero su enfermedad se llama “Epilepsia Mental” y la padece debido a que es más sensible orgánicamente a las presiones externas; es su manera de reaccionar a las presiones de la carga de trabajo, a sus problemas emocionales, familiares, laborales, de corrupción y excesos de colaboradores. Hay personas que ante las mismas presiones comienzan a sudarles las manos, tartamudean, se exasperan y gritan, se enojan, sobre reaccionan; de este punto se pasa a la verborrea incontenible, sin razonamientos, con exposiciones casi a gritos, que es lo que actualmente sucede a López Obrador.
Queda clarísimo el cuadro de epilepsia mental en el ex candidato.
Hay más
El organismo de Andrés Manuel reacciona con epilepsia mental, además de otro mecanismo de defensa que se llama “de negación”; basta con negar o no reconocer los problemas para que queden eliminados.
Pero es evidente que esa es la manera errónea de responder a los problemas.
La personalidad adecuada para manejar una empresa, un país o un partido es la que reacciona con calma a las situaciones inesperadas; en las clínicas de la conducta, uno de los tests que se hacen a posibles ejecutivos es precisamente para saber cómo reaccionarán ante lo inesperado.
La reacción de López Obrador ante lo inesperado es siempre errónea, negativa.
Por otra parte, López Obrador corrigió uno de sus graves defectos: decía “fuistes, llegastes, entrastes”, con la “ese” al final de tales palabras. Se lo hicieron notar, lo corrigió y nadie, ni él, le dio la debida importancia.
Pero el problema es grave porque refleja una profunda incultura, peor que eso, una gran ignorancia. Lo primero que denota es que se trata de un individuo que no lee, que nunca adquirió el hábito de la lectura; los errores gramaticales se van acumulando desde la niñez porque los padres nunca motivaron al niño. Lo segundo es que generalmente se trata de personas que si estudiaron alguna carrera es de tipo técnico (contabilidad, administración, medicina, ingeniería) y descuidaron el aspecto humanístico que para proporcionar cultura depende en gran medida de haber sido motivados desde niños al hábito de la lectura y, desde luego, de la formación académica.
Lo grave en este caso es que se trata de un hombre que quiere ser Presidente de la República y queda claro que no es apto para tal puesto.
La paranoia no es curable, la epilepsia mental es controlable a base de medicamentos, la reacción negativa a las situaciones inesperadas y el mecanismo de “negación” como defensa requieren muchos años de tratamiento psicoanalítico para solucionarse a la edad que tiene Andrés Manuel.
Pero la ignorancia, la falta de cultura, formadas desde la infancia, han sido asimiladas y construidas a todo lo largo de su vida y en consecuencia requerirían de otra vida para cambiar su personalidad deficiente.
En otras palabras, Andrés Manuel no tiene cura, tendría que volver a nacer para poder cambiar.
28 may 2012
Algunas notas críticas sobre la “república amorosa” de López Obrador – Julio Muñoz Rubio
transcripción íntegra obtenida de http://armasdelacritica.org.mx/?p=3009
Algunas notas críticas sobre la “república amorosa” de López Obrador – Julio Muñoz Rubio
Armas de la Crítica | 13 mayo, 2012 | Comentarios (0)
Julio Muñoz Rubio.
Investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la UNAM.
El pasado martes 6 de diciembre Andrés Manuel López Obrador (AMLO) nos sorprendió con un texto intitulado “Fundamentos para una República Amorosa”. En él, intenta explicar su programa político a través de un discurso moral, que se pretende poseedor de un humanismo profundo, hablando sin tapujos sobre la necesidad de alcanzar la justicia y la honestidad en México, fundando nuestra conducta sobre una base amorosa: el amor como condición de la justicia y la honestidad. AMLO erige su documento como un tratado de cultura y de humanismo frente a la manifiesta ignorancia y el mercantilismo sin límites de sus ya casi rivales en la carrera por la presidencia.
Un examen más atento del texto de AMLO nos revela una serie de fallas y deficiencias muy graves, que lo hacen insatisfactorio e inútil para una reconstrucción del país.
El texto de López Obrador está plagado de categorías abstractas y vagas; es de una marcada imprecisión y superficialidad. Es el típico discurso de un ideólogo burgués, que por su método de análisis, su terminología y sus caracterizaciones oculta, esconde las relaciones sociales que producen los males que él señala. El texto está dominado por conceptos ahistóricos, por expresiones y categorías que no permiten constatar los resortes que producen la injusticia, la corrupción, la violencia desmedida; son conceptos congelados, raquíticos, entumecidos en el marasmo, en el pantano de la parcialidad y la mistificación burguesas. No permiten arribar a la comprensión de cómo es que funcionan las instituciones que generan esos vicios o siquiera si son generadas por parte de instituciones; tampoco nos deja claro cuál es la naturaleza concreta, las relaciones específicas, en cada contexto, de los grupos, o sujetos que conforman a la sociedad mexicana. Más aun, cual es el papel y las determinaciones específicas de cada uno de ellos; cuáles son las mediaciones que ocurren entre esos sujetos, grupos e instituciones, las cuales están produciendo esos indudables males en la sociedad mexicana. López Obrador se niega a llevar a cabo un examen crítico con algún grado de profundidad de la sociedad mexicana y rehúye hacer una caracterización del Estado mexicano (hablo del Estado, que no es lo mismo que el gobierno) y de su desarrollo, de su devenir.
Desde luego para él es imposible hacerlo no sólo porque su concepción del mundo se lo impide, sino porque un análisis histórico del Estado mexicano y sus lacras le llevaría a revelar (¡Oh descubrimiento!) las raíces de todo ello en la clase política priísta de viejo cuño a la que él perteneció y de algún modo sigue perteneciendo. Imposible explicar una importante porción de la corrupción y la deshonestidad mexicanas en, por ejemplo, los sindicatos, si no se analiza el proceso de corporativización de éstos y de las organizaciones campesinas y populares; si no se comprende el proceso de cooptación de todas ellas al proyecto del Estado mexicano, el estado priísta. Ahí es en mucho donde surgen y proliferan las políticas caciquiles, la impunidad, el enriquecimiento ilícito, la negación de los derechos democráticos. Pero AMLO no puede denunciar, ni siquiera analizar ese proceso concreto, específico del Estado mexicano. No lo puede hacer al menos sin entrar en un proceso autocrítico profundo por ser una de las personas que implícitamente, y en sus orígenes de príísta, impulsó ese modelo estatal.
Para López Obrador es suficiente con señalar la injusticia y la deshonestidad y atribuirla a la presencia dominante de mafias de política malvados, e insensibles; sin capacidad de sentir amor y por lo tanto de transmitirlo, Su simplificación de la realidad social mexicana es tal que imagina que la solución a todos los males pasa simplemente por sustituir a los políticos malos por políticos buenos y amorosos (dese luego, comandados por él). Siempre descontextualizándolo todo; haciendo de un problema tan complejo como el funcionamiento errado del Estado mexicano, un problema de naturaleza unidimensional. Un problema de malos sentimientos contra buenos sentimientos. Un asunto, como él mismo lo expresa de la lucha del “mal” contra el “bien”, así de general y abstracta, así de vagamente expresado. Y dada esa simpleza para plantearlo y diagnosticarlo, una enorme simpleza para solucionarlo: “voten por mí”. Se trata de una visión mesiánica en la que basta que el “bueno” ocupe la posición privilegiada del poder para transmitir mecánicamente sus bondades al resto del pueblo, a la nación.
En el texto de López Obrador no se encuentra ningún esfuerzo por analizar la naturaleza de la conciencia o las conciencias de los distintos actores sociales ni de los movimientos y recorridos de ella. En su discurso, empapado de una psicología vulgar de primaria, permanecen ocultas las relaciones de explotación y de opresión producto del sistema social y así, permanecen ocultas no sólo las fuentes de la injusticia, sino las manifestaciones de la misma. Su arenga está dirigida a provocar en el lector una reacción sentimental primitiva y parcializada. Es una arenga que busca, con ese proceso de ocultamiento, enajenar la conciencia de los explotados, de los oprimidos, señalando un camino que deliberadamente busca despojar a las víctimas de la injusticia y de la deshonestidad, de su conciencia para sí, es decir de una conciencia propia, una conciencia de sujetos que se identifican entre ellos como oprimidos y víctimas de un sistema social, como sujetos capaces de poseer una conciencia independiente, una conciencia de la capacidad de ellos(as) de decidir y constituirse en el elemento activo que puede llevar a las solución de los problemas de México. Esa liberación de la conciencia puede ocurrir, pero a condición de desembarazarse de los lastres de la clase política y su conciencia, a la que AMLO pertenece.
En la segunda parte de su texto http://www.jornada.unam.mx/2011/12/06/opinion/009a1pol López Obrador se desvive implorando al amor que llegue a nuestro país y que sea el pilar de la construcción del México por venir. Pero su concepción de amor es de un simplismo extremo. Más próxima a la idea amorosa de las páginas rosas o las telenovelas que a lo que ésta sociedad requiere para lanzar relaciones afectivas verdaderas, entre seres humanos. La cerrada y limitada visión de AMLO de lo que es o debería ser el amor tiene su pilar fund
amental en la defensa de las instituciones del Estado y los procesos de ejercicio del poder y del dominio dentro del capitalismo. Esa cerrada y limitada visión del mundo le impide a AMLO darse cuenta de que es justo este sistema de dominación en el que él está inmerso, el que impide y obstaculiza el ejercicio del amor.

Es el sistema capitalista el que cosifica todo, el que al concebir a los seres humanos y a la naturaleza toda como mercancía. Impide siempre que los humanos desplieguen sus capacidades subjetivas, que actúen en función de ellas y no de la relación con objetos-propiedad privada, la privativa del capitalismo.
Es el capitalismo el sistema que, al tener al mercado como su único vínculo con la sociedad, destruye todos los tejidos sociales que podrían conducir al ejercicio del amor, anula la expresión sentimental y emocional de cada sujeto, como no sea aquella que se oriente a la relación de mercado, al subsumirlo a la limitada relación laboral-jurídica del trabajo asalariado. México no es una excepción en este sentido.
El capitalismo es la forma de organización social que produce en serie individuos incapaces de amar. Inseguros, con una autoestima que se desplaza por los suelos o por debajo de ellos. El capitalismo, más en su etapa decadente representada por el neoliberalismo, es el mundo de la soledad, del aislamiento del individuo; es el mundo de la realidad cosificada, en el cual la relación humana se reduce a la dimensión valor, a la forma valor (de cambio). El mundo de este capitalismo, tan explícitamente respetado por AMLO, es siempre el mundo de la necesidad, como opuesta a la libertad. Es el mundo en el cual el individuo se encuentra preso de las necesidades ficticias inventadas por este capitalismo para satisfacer la necesidad del mercado y la ganancia (Marcuse). Es el mundo en el que el ser humano no puede alcanzar su libertad por encontrarse inmerso en una cadena (cada vez más larga) de necesidades de posesión, preso en la falsa ilusión de que el sujeto más se realiza entre más posee. El capitalismo es el sistema que desvaloriza progresiva y contantemente el mundo de lo humano por medio de la valorización progresiva y constante del mundo de los objetos (Marx). Es el mundo del tener, no del ser (Fromm), es las antípodas del mundo del despliegue de las capacidades sensitivas del individuo. Por ello es el capitalismo el enemigo más acérrimo del amor, de la belleza, del trato humano, entendido como trato de seres universales, con capacidades sensitivas, afectivas e intelectuales ilimitadas. Es el capitalismo el mundo del desgarramiento de la expresión sensible de toda persona, desde el niño hasta el anciano.
El capitalismo en general y en particular el mexicano, cultiva un modo de vida basado en la humillación, en la negación de los derechos y las capacidades; en el castigo y la vigilancia (Foucalt), la represión de la creatividad. El capitalismo, en especial el contemporáneo, cultiva una funcionalidad que vacía al individuo de sus sentimientos y afectos, que le obstaculiza el acceso a la complejidad y la creatividad del sentimiento amoroso. Fomenta la imposibilidad de expresar el “te amo” o el “ámame” correspondidos; es el efecto más profundo de una vida que transcurre siempre entre objetos y cosas que por su naturaleza mercantil se cambian, prestan alquilan o roban, llevando esto al punto de poner en el primer plano de la cosificación al propio ser humano.
El amor no puede florecer como expresión universal humana en una sociedad, como la presente, en la que la relación entre los medios y los fines se encuentra invertida y en la cual el ser humano es sólo otro medio para servir al fin supremo de la ganancia. Una relación en la cual los humanos sólo son medios para sí mismos. Para ello es que se erigen todas las instituciones del Estado (familia, escuela, religión, policía, ejército, gobierno, clase política dirigente), las cuales organizan esa invertida relación y se constituyen con la finalidad de construir a cada ser humano como medio frente a los demás. Con ello se construyen como negación de lo humano. Fines que se comportan como medios. Por ello no es posible en este sistema, cumplir el imperativo kantiano de considerar a todos los seres humanos siempre como fines y nunca como medios.
El sub-humano que sobrevive en este sistema, implora por un poco de afecto. No lo encuentra, no lo puede encontrar a menos que rompa, cuando menos parcialmente, con los valores y prácticas del capitalismo, de la sociedad de mercado; cuando menos en el fuero interno de la conciencia, lo cual no es poco logro: La libertad y el amor llegan, por el momento, a través del cuestionamiento de fondo del capitalismo, a través de la lucha por su destrucción. Por ello es más que vigente la tesis del Che Guevara de que la revolución es el acto de amor más radical que existe. El Che, desde mi punto de vista, nos dice con esto al menos tres cosas: 1-Que en el capitalismo el amor es imposible, 2-que es la revolución el proceso en el que el ser humano, al comenzar a reencontrarse consigo mismo, luego de siglos de existencia en el marasmo de su esclavitud, logra desarrollar sus sentimientos amorosos y 3-que éstos podrán expresarse plenamente en otro tipo de sociedad, en la que la propiedad privada haya desaparecido.
La libertad y el amor no son estados de ánimo fijos, son procesos de ruptura con estados de relaciones que impiden la expresión plena de las capacidades de los seres humanos. En esta medida no son procesos de “respeto” a las instituciones que AMLO quiere que se respeten (como la familia, por ejemplo). AMLO aplica la noción burguesa-religiosa de “respeto”. El respeto entendido como mantenimiento de las prácticas e instituciones hegemónicas existentes, como el dejarlas intactas, como el permanecer legitimándolas. El respeto, en esta tesitura, es una condición que, en la concepción burguesa lleva al amor, al amor burgués, concebido como afecto posesivo y cosificado. El amor no puede tener lugar si no se ha garantizado antes que habrá respeto a la concepción burguesa del mundo y a sus instituciones.
Pero una acepción revolucionaria del amor, en cambio, corre en contra de esta noción burguesa de respeto. El amor, en este nuevo sentido, se constituye como una gran falta de respeto y como ruptura de aquello que ha sido socialmente legitimado (Nietzche), el amor es el enemigo número uno de las instituciones del Estado y de las ideologías producidas por éste. Lo que hay que respetar es al ser humano íntegro, capaz de revolucionar su propia existencia. Lo que hay que respetar es la capacidad humana de faltarle al respeto a todo lo anteriormente construido que limite sus capacidades amorosas.
AMLO es un simple demagogo electorero. Frente a su demagogia pseudoamorosa, pragmática, inmediatista, utilitaria y pobre, que va sólo en busca de votos, debemos expresar: “La vida está en otra parte”, como alguna vez alguien escribió en un muro parisino en 1968 (y que sirviera a Milan Kundera como fuente de inspiración para una de sus novelas más conocidas).
Contra la república amorosa: la ruptura poliamorosa.
Tags: elecciones México 2012
9 puntos por los cuales no votaré por AMLO
Esta es una opinión personal y cualquiera que no esté de acuerdo es problema suyo. No toleraré insultos ni agresiones de fanáticos.
1.- No sé si va mejorar o a empeorar al país, solo sé que no creo en lo que me vende. No es franco, honesto, sincero, santo, mártir, ni chucho el roto "el defensor de los pobres". Y me molesta que logre venderle esa imagen a muchos compatriotas por que esta manipulando la ilusión (otra vez como Fox en el 2000), de muchos mexicanos.
2.- Sus mentadas propuestas son bien bonitas pero su proyecto de nación para empezar ni es suyo, además de que los puntos de dicho proyecto son muy poco factibles y suponiendo que tenga la voluntad de llevarlas a cabo y no sea solo verbo (recodé a Fox diciendo que el arreglaba lo de Chiapas en no sé cuantos minutos), no va a poder desarrollar varios puntos fundamentales para su proyecto.
3.- La reproducción (Bourdieu), del discurso que tanto él como sus seguidores manejan es: "somos más" "somos la mayoría" y discúlpenme pero no tienen forma de saber si son la mayoría hasta que voten. Reproducir este mensaje es decirle al otro que si se une estará del lado ganador porque "somos mayoría" y si no gana, será fruto de un nuevo fraude.
4.- Muchos afirman y juran que él es el único que puede cambiar a México pero, nadie puede afirmar esto pueda ocurrir verdaderamente, falta que pueda y quiera. A menos que vengan del futuro... Él dice y promete y muchos le creen, creer no es igual a saber ni significa que vaya a cumplir (acuérdense de Fox).
5.- Considero que su discurso de la pobreza no contempla de lleno un método contra las causas verdaderas. La corrupción y los medios y la oligarquía y bla bla bla no son más que instrumentos facilitadores de las causas verdaderas. Por lo tanto pienso que es solo bla bla bla... demagogia. Habla de acabar con monopolios, la corrupción y de bajar impuestos cuando los monopolios en su mayoría son los relacionados al Estado (empresas paraestatales como PEMEX, CFE, y sindicatos como SNTE, etc. ), como piensa combatir la corrupción si se ha demostrado que esta rodeado de corruptos e incluso sigue incluyendo a ratas distinguidas en su propuesta de gabinete, dice que va a bajar los impuestos pero no propone reformas fiscales significativas y sobre todo cuando el Estado vive de los impuestos y esos ingresos no se comparan en nada con el 50% de salarios de funcionarios... no cuadra! Además, países con gobiernos de izquierda o social demócratas tienen economías estables precisamente gracias a la carga tributaria (algunos países cobran hasta un 40% de IVA), pero lo regresa al ciudadano en beneficios y el señor no menciona nada significativo al respecto.
6.- El que no quede el PAN o el PRI no garantiza que no habrá corrupción en el gobierno. En el PRD también hay corrupción (para Muestra el Estado más perredista y cuna misma del perredismo, MICHOACÁN, busca noticias sobre el gobierno del ex gobernador Godoy quien fuera alto funcionario de AMLO, al igual que Bejarano y muchos otros de los que AMLO ahora dice "no sabía, pero de todos modos ya no les hablo"), Con qué cara se atreve a decir que su principal cambio en el gobierno será la lucha contra la corrupción? WTF!!!!
7.- YO MATO defendiendo tu derecho a ser tú, a pensar como tú quieras y votar por quien tú quieras. Pero no por eso los activistas de amlo tienen derecho a negarte y decir NO VOTO POR AMLO (por lo que sea), por mucho que gente que mediante la reproducción de un discurso ha sido aleccionada con un catálogo de puntos en contra de AMLO y te saturen con argumentos que vayan debatiendo y debilitando uno a uno los tuyos (tu no has sido aleccionado sobre como atacar a AMLO), hasta insultos a tu intelecto. Hay algo llamado instrumentalización del racionalismo y consiste básicamente en usar la razón y argumentos para coaccionar a los demás, se usa en marketing y en política.. incluso Hitler lo hizo en "mi lucha".
8.- Si te fijas en ningún momento he dicho, no votes por amlo, o vota por este otro... o algo así. Pero ya basta! no creo en AMLO (y ya dije algunos puntos del porqué) y exijo el respeto a mi derecho a la libre expresión cuando digo "NO VOTARÉ POR AMLO". Ni porque séa mesías, ni porque séa el menos malo y ni mucho menos porque "tienes que votar por alguien". Existe la opción de votar por un candidato no registrado y aumentar la cuota de votos directos para plurinuminales y para mantener el registro de partidos parásitos.
9.- AMLO y sus asesores de campaña han tenido 12 años para planear su estrategia electoral y me molesta el uso de estrategias sociológicas de manipulación de la opinión pública (que los intelectuales amigos de amlo conocen muy bien), en contra de nuestra población a) doctrina del shock: el país está en crisis, violencia, la guerra del narco es fallida y culpable de muertos, etc, etc, etc, Amlo ofrece la solución; b) Racionalismo instrumental: Valerse de la razón, argumentación, lógica, (ningún argumento contra amlo es válido, todos tienen una respuesta que anula un argumento en contra.. incluso la voluntad irracional porque entonces si no votas por amlo porque nomás no se te da la gana eres pendejo), etc, etc, de manera arbitraria y manipulada para hacer creer a alguien lo se que quiera (somos la mayoría y amlo es el único que puede salvarnos), c) propaganda y contra propaganda en medios de comunicación no convencionales ( estrategia usada en la segunda guerra, Vietnam, Corea, etc EUA y otros han usado esto para difundir mensajes y manipular a la opinión pública desacreditando los medios "normales" de comunicación como radio, prensa y tv, amlo usa el internet y redes sociales), d) La subculturalización de un movimiento, Hacer creer a los jóvenes en una lucha de ideales, para usarlos como carne de cañón, ahora resulta que en la universidad más burguesa del país surge un movimiento "a-político" contra el único que actualmente se interpone en su búsqueda de la presidencia a favor de la izquierda. También hace que se ponga "de moda" estar en contra del sistema y apoyar al "único" que ofrece una solución, si quieres estar in y ser considerado intelectual, racional y pensante entonces debes luchar por el triunfo de amlo porque eres protagonista de la "revolución primaveral de México" sin pararte a sospechar que la mayoría (por no decir todas) las revoluciones han sido "plantadas" por intereses externos al movimiento mismo e) La radicalización y polarización de la sociedad, divide y vencerás. Si no estas a favor de amlo estás en contra de él y de todos los que los siguen y como según el discurso ellos son mayoría y son los buenos entonces el que se oponga es un enemigo de México y de ellos, cuidado si amlo pierde porque ya los quiere levantar en armas, lo "inteligente" del señor es que el no lo dice abiertamente para eso tiene sus comités que se encargan de bajar y reproducir estas ideas...
y ahí es donde yo protesto...
VOTEN POR QUIEN QUIERAN PERO NO ME QUIERAN OBLIGAR A VOTAR POR SU CANDIDATO. NO TE FANATICES, NO TE RADICALICES, LAS COSAS INCUESTIONABLES SE CONVIERTEN EN DOGMAS. JOVEN, CUESTIONA Y DUDA DE TODO Y DE TODOS, NO CREAS EN LO QUE TE DICEN, ni siquiera creas lo que acabo de escribir... investígalo y reflexiónalo porque Estar "informados" no es pensar, ese es un trabajo fuera de movimiento de los medios de comunicación... Internet y las redes sociales también son medios manipulables. Por último recuerda "si el borrego piensa que no es borrego... como le explicas?"!!!!!!!!!! Fin... he dicho y cierro ya no contestaré nada más. Tema cerrado.
VOTEN POR QUIEN QUIERAN PERO NO ME QUIERAN OBLIGAR A VOTAR POR SU CANDIDATO. NO TE FANATICES, NO TE RADICALICES, LAS COSAS INCUESTIONABLES SE CONVIERTEN EN DOGMAS. JOVEN, CUESTIONA Y DUDA DE TODO Y DE TODOS, NO CREAS EN LO QUE TE DICEN, ni siquiera creas lo que acabo de escribir... investígalo y reflexiónalo porque Estar "informados" no es pensar, ese es un trabajo fuera de movimiento de los medios de comunicación... Internet y las redes sociales también son medios manipulables. Por último recuerda "si el borrego piensa que no es borrego... como le explicas?"!!!!!!!!!! Fin... he dicho y cierro ya no contestaré nada más. Tema cerrado.
27 abr 2012
¿ES LA ADMINISTRACIÓN UNA CIENCIA O SOLO UNA ACTIVIDAD CIENTÍFICA?
¿ES LA ADMINISTRACIÓN UNA CIENCIA O SOLO UNA ACTIVIDADCIENTÍFICA?
Dr. Cuauhtémoc D. Molina García y Mtra. Minerva Parra Uscanga
Tomado en su totalidad de Revista Exploratoris Observatorio de la Realidad Global IISSN 2153-3318 AcademiiaJJournalls..com Vollumen 1,, 2010. Se reproduce en su totalidad para efectos meramente EDUCATIVOS.
Introducción
Existe
entre los administradores una aseveración que sostiene a toda costa que la
administración es una ciencia. La idea parece provenir de un enunciado que
afirma que si no es ciencia, entonces los administradores no somos académicos
ni tenemos valor profesional universitario. El viejo debate de si la administración
es ciencia o no parece más un asunto de "autoestima" que de
fundamentación epistemológica (Vázquez Ávila, 2002). Este diferendo procede
quizá desde la inclusión de la administración como profesión universitaria,
pues recordemos que en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) se
discutía si debía o no incorporarse la nueva carrera a su oferta académica. Los
tradicionalistas de esa universidad sostenían, hacia los años sesenta del siglo
XX, que cómo era posible que la Magna Casa de estudios tuviera entre sus
materias "administración de ventas" o "contabilidad", por
ejemplo. No admitían que asignaturas de tal estirpe pudieran tener categoría
universitaria.
Parece que
este síndrome aún permea el debate empeñado en sostener que la administración es
una ciencia. Quizá haya otros motivos, entre los cuales se
encuentra la "insoportable levedad" con que los administradores —más
dados a "la práctica" que a "la teoría"— asumimos el
concepto y carácter de ciencia y de teoría, o tal vez no hayamos podido
despojarnos de las influencias de nuestros fundadores (sobre todo el ingeniero
F. W. Taylor) que sostuvo, contra viento y marea, haber creado la administración
científica.
Por
otro lado, a muchos en nuestra profesión les parece un debate ocioso escudriñar
estos temas, pues aducen que es más urgente la aplicación, que la teorización.
Quizá tengan razón si pensamos en el administrador como un gerente en el
ejercicio del arte, y no como un académico pensando cómo y de qué manera la
administración se nos presenta en calidad de objeto de estudio en el marco de
"la realidad". Parece una paradoja sostener empeñosamente que la
administración es una ciencia y no detenerse a reflexionar al respecto. Es en
este sentido, precisamente, en el que tratamos el asunto en este artículo, muy
a pesar de que la epistemología —por elemental que la consideremos— parece más
una palabra elegante y dominguera, que necesaria para afinar el pensamiento en
una disciplina, sobre todo para efectos de la investigación.
¿Qué es la administración?
Incluso
para los tratadistas más avezados, la administración se piensa —a la hora de
las definiciones— como una actividad que alguién hace en el seno de las
organizaciones, y concluyen definiéndola como aquélla “que obtiene resultados
por medio y a través de las personas” (Appely, Lawrence, 1956). Ya luego,
siguiendo las pistas heredadas por Henri Fayol (1991) se le ha enriquecido
afirmando que tal esfuerzo discurre entre las etapas de un "proceso",
el cual denominan justamente proceso
administrativo. Así dicho, el tema parece concluido. La
idea es, además de fácil, práctica. ¿Para qué pensarle más? Sin embargo, el
asunto es más delicado, al menos si queremos pensarlo como académicos y en el marco
de las fundamentaciones epistemológicas. En esencia: quienes proponen la idea
de que la administración es una actividad procesal, tal como la definió H.
Fayol, se quedan cortos e incompletos, pues pensando que “definieron”, lo que
en realidad hicieron fue una simple y burda descripción. Y solo eso, pues descripción
no es sino una sencilla representación del "consistir" que por sí
miama deja de lado el fondo y la esencia de lo que se pretende definir. Es
decir, si uno dice que la arquitectura consiste en hacer edificaciones por
medio del diseño, pues lo que hemos hecho es solo describir, y muy pobremente,
lo que suponemos que la arquitectura es.
¿Es la administración una ciencia?
Esta
pregunta ha sido respondida de muchas maneras, pero casi siempre lo que queda
de fondo son ideas particulares de lo que cada quien entiende por ciencia. También
deberíamos hacernos otras preguntas. Por ejemplo, asumiendo que la
administración sea una ciencia, lo que sigue es preguntarnos qué tipo de
ciencia es. O quizá, antes de concluir que de hecho sea una ciencia, una buena
idea sería postular que la administración es tan solo una teoría, o bien una
actividad cuyos ejecutantes se nutren de teorías, técnicas y algunas ciencias.
También quedaría un vacío cuando nos preguntamos qué tipo de teoría es “eso”
que explica el fenómeno administrativo. Más aún, ¿será que la administración es
apenas una disciplina y no una ciencia?, ¿no será que lo que realmente tenemos
en las manos es un "fenómeno administrativo", o bien un
"fenómeno
organizacional"?
Por supuesto, podríamos especular también respecto de si la administración es en
sí misma una teoría o una ciencia —ella misma— o es que existe además una
teoría y una ciencia externas a la actividad o al campo supuesto de la
administración.
Asumiendo
que la administración fuese una ciencia, ¿cuál es, o cuál sería su objeto
material y cual su objeto formal de estudio? Es decir, ¿cuál es el objeto de
análisis de la administración?, ¿tiene o no tiene objeto? El objeto material de
la administración, para que le sea propio y exclusivo, no debería ser a su vez objeto
de otra ciencia o campo del saber ya constituido, pues de lo contrario estaría “invadiendo
territorios” y no existiría la parcela epistemológica propia del campo de “la
administración”. Pero, aún si el objeto material fuese compartido con otros
campos del saber científico, dado el carácter de la ínter y la multidisciplina,
entonces deberíamos tener una clara distinción del predio propio de la
administración, una vez deslindada con un preciso objeto formal de estudio, y así
ya podríamos establecer la soberanía de la administración (como ciencia) entre
sus pares. Toda ciencia, como sabemos —gracias al pensamiento aristotélico—
tiene esos dos objetos, el material y el formal (Beuchot, Mauricio, 1987).
Dicho
de otra manera: la conducta (la humana en particular) es objeto material de
estudio de la ética, el derecho y la psicología. Es un objeto compartido entre
las tres parcelas epistemológicas. Sin embargo, si solo por el objeto material
fuese, no existiría ni la ética, ni el derecho ni la psicología, pues una y
otra serían lo mismo, y al final solo tendríamos tres nombres para referir la
misma ciencia y el mismo campo o parcela epistemológica. ¿Qué las hace
diferentes y autónomas en sus propios dominios o campos epistémicos? Lo que hace
disímiles a la ética, el derecho y la psicología —teniendo el mismo objeto
material (la conducta humana)— es su objeto «formal», esto es, el
punto de vista,ángulo o perspectiva desde el cual se
aborda el mismo objeto material: la conducta humana.
Según
el deslinde epistemológico que nos proporcionan los conceptos de objeto
«material» y objeto «formal», ya podemos decir que hay tres ciencias autónomas,
independientes y emancipadas: la ética, el derecho y la psicología. Nos
preguntamos ahora, en torno de esta metodología de análisis, ¿cual es el objeto
de estudio —material y formal— de la administración?
Otro
problema no resuelto, por no estar suficientemente abordado por los
"teóricos de la administración", es el siguiente:
1.
¿Es lo mismo decir "la administración es una
ciencia”, que afirmar que existe una ciencia de la administración?
2.
¿Lo anterior es similar a sostener que la administración es
científica?
No
es un juego semántico, pero si lo fuera, ya sería por si mismo complejo. En
realidad, las tres proposiciones citadas en los puntos 1 y 2 constituyen un
problema real de definición, y lamentablemente lo que tenemos son solamente
descripciones, por cierto muy pobremente sistematizadas. Estas ausencias
comprueban en mucho lo que aquí llamamos la «insoportable levedad
epistemológica» de los teóricos de la administración.
La ciencia reguladora de la administración
Si
decimos de que la administración “es” una
ciencia, entonces debemos resolver las preguntas relacionadas con su objeto
material y formal. Ya aquí hay sobrada confusión entre los escritores, desde el
propio Frederick Taylor, hasta los autores mexicanos como Agustín Reyes Ponce,
Francisco Laris Casillas, José Antonio Fernández Arena, Isaac Guzmán Valdivia,
Miguel Duhalt Krauss, Guillermo Gómez Ceja, Fernando Arias Galicia, Sergio
Hernández y Lourdes Münch, por citar "los clásicos" en nuestras
tradiciones áulicas universitarias. Ninguno de ellos define la administración,
y solo la describen como un quehacer ciertamente
pragmático tomando como base "la escuela" del proceso administrativo
derivada de las ideas de Henri Fayol.
Estas
ideas —abundantes en la literatura didáctica de la administración y usada en
escuelas y universidades, en licenciaturas y en posgrados— son acertadas, “si y
solo si”, la administración es considerada como lo que es: una actividad
organizacional, pero no un campo epistémico específicamente definido.
Más
afortunados han sido Peter F. Drucker, Lawrence Appeley, Ernest Dale y Chestar
I. Barnard, quienes siendo lo que fueron —directivos y gerentes del altos
vuelos— ubicaron la administración en su justa dimensión: la de ser una
actividad cada vez más profesionalizada, indispensable
y útil en el seno de todas las organizaciones.
Pero,
si por el contrario, lo que tenemos en las manos es una ciencia “de
la” administración, entonces el problema es otro.
Aquí la administración, aún como actividad, se torna objeto de una ciencia ajena,
externa a ella y no definida, pero que imaginamos surgida de las nuevas
fusiones, contactos e integraciones de saberes previos, tradicionales y
perfectamente establecidos y reconocidos como autónomos.
La
mecatrónica, así definida por el japonés Tetsuro Mori, trabajador de la empresa
nipona Yaskawa, es un buen ejemplo de estas integraciones que han dado lugar a
nuevos dominios parcelarios del saber (Bolton, W, 2001). La mecatrónica es la
integración de la mecánica y la electrónica y actualmente se ha consolidado
como una especialidad de la ingeniería que ha ido incorporando otros elementos,
tales como los sistemas de computación, los desarrollos de la microelectrónica,
la inteligencia artificial y la teoría del control, la informática, etc. El fin
de la mecatrónica es optimizar todos los recursos y elementos incorporados en
los procesos industriales para lograr sinergias que, a su vez, "maximicen
la optimización" (sic), válgase la expresión.
¿Qué
es la mecatrónica?, ¿Es una ciencia nueva? Tenemos que acudir a nuevos
paradigmas del pensamiento científico para hallar nuevas posibilidades que nos
ubiquen en "lo científico", lo tecnológico o lo tecnocientífico en
todas estas nuevas zonas o terrenos del saber que se nos presentan hoy en día.
¿Este es el caso de la administración? Quizá no tengamos una respuesta pronta,
pero si nos queda claro que, le busquemos por donde le busquemos, lo que en
realidad vemos en los hechos es que la administración
es una actividad que
alguien hace en el seno de las organizaciones,
y nunca, jamás, fuera de ellas, y que esta actividad tiene un carácter
científico cuando es realizada profesionalmente.
¿En
qué consiste esta ciencia “de la”
administración? Arrogando que esta ciencia exista como tal, ¿cómo
se llamaría esta ciencia?, ¿administrología, o simplemente así: "ciencia
de la administración"? En este último caso, tendríamos una ciencia sin
nombre y nos preguntamos si también sería una ciencia sin objeto.
Una
ciencia "de la administración" sería, en todo caso, una suerte de ciencia
reguladora, como sostiene (Baena de Alcázar, Mariano,
1990). En efecto, la ciencia reguladora es producto “de este ambiente de consenso
propio de la ciencia académica… que se mueve más bien en el terreno del
disenso, no solo por las limitaciones epistemológicas y metodológicas, sino
también por la falta de acuerdo entre los propios expertos…” (Jasanoff, Sheila,
1995). La ciencia reguladora se propone como una actividad científica concretamente
orientada a suministrar conocimiento para asesorar la formulación de políticas,
para regular tecnologías, procedimientos, etc. Todo ello intrínsecamente
vinculado al quehacer empresarial. Si esta ciencia es posible,
epistemológicamente hablando, pues este sería, sin duda, el carácter de la
dicha «ciencia (reguladora) de la administración».
Una
ciencia reguladora “de la” administración es, necesariamente, una ciencia
externa, colocada fuera de la administración para observarla, reflexionarla y
explicar los fenómenos que le son propios. Esta ciencia reguladora no es la
administración misma, en sí misma, sino una ciencia foránea constituida para
verla y reflexionarla desde una perspectiva inter y multidisciplinaria. Esta
ciencia estaría formada por las ciencias que tradicionalmente han definido el
carácter científico de la administración, como son la psicología, la economía,
las matemáticas —sobre todo la estadística—, la antropología, el derecho, etc.
Estas ciencias explican los fenómenos concurrentes a las acciones que los
administradores desarrollan en el seno de las organizaciones y que tienen que
ver con el comportamiento humano, la sociedad, la economía y las tecnologías
emergentes.
Pero
quedan muchas preguntas oscilando por ahí. Tratando de establecer un símil
entre mecatrónica y administración, lo primero que es de preguntarse es ¿cuáles
serían los componentes de esta ciencia "reguladora" de la
administración? La respuesta parece evidente, al menos en primera instancia: la
psicología, la economía, la estadística, la sociología y la antropología, el
derecho y la informática, serían los componentes científicos básicos. Además de
las ciencias citadas, la ciencia reguladora de la administración sería el continente
de técnicas tales como la contabilidad, las finanzas, la computación, la
mercadotecnia, la producción o las ingenierías aplicables.
Si
la informática o la computación son ciencias o no, es algo que deben discutir
los especialistas en esos campos, pero de antemano ellos tienen ante sí los
mismos problemas epistemológicos que estamos planteando en este artículo. La
segunda pregunta es, ¿qué relaciones internas tendría esta ligazón emergente que
relacionaría la psicología con la economía, el derecho y la antropología, por
ejemplo, con el acto mismo de tomar decisiones y conducir el acto
administrativo por ese tubo llamado «proceso administrativo»? Es decir, cuál
sería la configuración epistémica y lógica de esta ciencia reguladora de la
administración (si es que existe) que evitaría confundir a la administración —o
a su ciencia reguladora— con sus propios componentes? Porque, si los nuevos
conocimientos aportados por las ciencias constituyentes de la ciencia reguladora
forman, de sí propios, una masa emergente e independiente de saberes, pues si
tendríamos una ciencia reguladora nueva, que justamente sería la "ciencia
de la administración", aún sin nombre y que estaría encargada de
entrelazar los saberes de las ciencias constituyentes; pero, si no es así,
entonces solo tendríamos las mismas y tradicionales ciencias aplicadas al
quehacer administrativo, pero enteramente aisladas como hasta ahora. Lo que
siempre ha sido. A todos nos queda claro que a los administradores, directores,
gerentes y jefes —no a la administración— les queda muy bien apoyarse en la
estadística, la matemática, la economía, el derecho, la sociología y la
antropología para actuar y tomar mejores decisiones en sus organizaciones.
Obviamente,
el uso de estas ciencias no les hace científicos.
La administración, ¿es científica?
Y
este último caso, justamente, nos lleva a la tercera problematización ya
señalada: ¿Es la administración científica? Pues esto no tiene más discusión:
si, en efecto, la administración es una actividad científica, pero solo si los
administradores quieren que lo sea. Si en su quehacer profesional los
administradores usan las ciencias de la administración, pues entonces la administración
será científica. Si deciden no hacerlo, pues no tendrá ese carácter. Además,
los administradores profesionales hacen uso del método científico para tomar
sus decisiones y mejorar así el desempeño de sus acciones. No obstante, a los administradores
no les interesa explicar la realidad, elaborar teorías y deducir principios, o
sea, hacer ciencia, sino más bien enfrentar las situaciones decisionales que se
les presentan cotidianamente. En este sentido, el quehacer administrativo —en tanto
científico— no está destinado a teorizar los fenómenos de la realidad organizacional,
sino al menos en la parte que corresponde al mundo inmediato de trabajo de los
administradores.
Los
administradores, lo sabemos todos, toman decisiones, coordinan recursos y
obtienen resultados con eficacia y eficiencia. Para eso están donde están y
para eso les pagan. El trabajo teórico corresponde, hasta donde se sabe, a los
científicos. ¿Son los administradores gente de ciencia?
¿Existen teorías administrativas?
Ni
Abraham Maslow, Douglas McGregor, Rensis Likert, Theodore Herzberg, Henry Fayol
o Frederick Taylor han sido administradores. Tampoco los esposos Gilbreth, Mary
Parker Follet o Herbert Simon pensaron la administración “desde la
administración” como parcela específica del saber. Incluso Taylor —afamado como
el “padre de la administración científica— y Fayol, así como Chester Barnard y
muchos más, fueron ingenieros o economistas que administraron organizaciones de
negocios exitosamente y de cuya experiencia obtuvieron conocimientos que con el
tiempo fueron perfeccionándose gradualmente, y así fue como se obtuvo el saber
necesario para la buena y mejor práctica de la administración. Todos estos
autores postularon teorías provenientes de la psicología, la economía, la
sociología, incluso la matemática; se trata en efecto de teorías que solo son
administrativas en la medida de su aplicación a la dirección y la gerencia,
pero que no son de suyo nacidas “en” el campo disciplinar administrativo.
Podría decirse que su vecindad y asociación con el fenómeno organizacional y
gerencial las ha hecho administrativas.
¿Existe un campo disciplinar administrativo?
Pensamos
que no existe. Puedo incluso afirmarse que “la administración” es de hecho un
campo «epistemológicamente
vacío», carente de objeto material y de objeto formal propios. Se ha postulado
que su objeto es la coordinación y la eficiencia,
pero formalmente es difícil deslindar este objeto, por ejemplo, de la economía.
Asumimos aquí que la administración es en efecto una actividad en torno de la
cual se han vertido —desde
las ciencias sociales y la matemática— aportaciones útiles que bien a bien
podrían calificarse como aportaciones “tecnológicas”
que nutren el “saber cómo” administrar. Existen, en efecto, las ciencias y
técnicas “de la” administración, pero éstas son externas y autónomas por sí
mismas, y solo participan de la administración merced a su aplicación en el
acto de administrar.
La
figura de tales técnicas y ciencias de la administración podría hacernos pensar
en la existencia de una «ciencia reguladora» “de la” administración, que por su
propia formación y naturaleza, sería igualmente externa a ella. Tal ciencia —aun
sin nombre— no se ve formada en plenitud. En este sentido, la administración se
mira exactamente como la comunicación. Pese a la proliferación de programas universitarios
en este campo, la comunicación comparte muchas características con la
administración. Por supuesto, nadie afirma que comunicar sea lo mismo que
administrar, pero en cuanto actividades que son, corren paralelas en el mismo
carril. Tanto una como otra son o implican un proceso, ambas tienen efectos sociales
importantes, ambas tienen que ver con gente, actitudes y comportamientos, ambas
son actividades hechas desde organizaciones, o para organizaciones, para
personas o entre personas y, ante todo, ambas se realizan de mejor manera si
los administradores, o los comunicadores en su caso, se apoyan en ciencias y técnicas
(Álvarez Barajas, Enrique, 1976).
En
el pleno de las universidades y otras instituciones de educación superior, la
administración quizá debió haber nacido como una licenciatura, no en
administración, sino en ciencias y técnicas “de la”
¿administración. Las personas no
estudian administración en realidad, sino en todo caso se ilustran en ciencias y
técnicas que apuntalan y gravitan el quehacer administrativo. Los planes de
estudio de las carreras universitarias y tecnológicas en administración están
repletos de asignaturas y experiencias educativas que rondan los campos
disciplinares de las ciencias de la administración, así como de sus técnicas.
Estudiar, por ejemplo, el proceso administrativo,
sugiere más bien un entrenamiento para
la planeación, la organización o la dirección, que un estudio formal de asuntos
cuya naturaleza y contenidos provienen de otros campos que no son “la
administración”. Sean por caso los temas de liderazgo o motivación, en la parte
procesal de la dirección, o los pronósticos y sus técnicas en la planeación,
los métodos estadísticos en el control, o la propia división del trabajo en la
organización. Los administradores son los que administran, más que los que “saben”
administración. Las habilidades y destrezas de un buen director, líder,
supervisor o gerente provienen más del entrenamiento, la práctica y la
experiencia, que del “saber” administrativo propiamente dicho. ¿Quiénes son los
administradores en cualquier organización? Los administradores —jefes,
gerentes, supervisores, gerentes, presidentes, alcaldes, etc.— son aquéllas
personas que, en algún nivel de sus organizaciones, toman decisiones, coordinan
recursos y obtienen resultados. Estas funciones requieren habilidades y
competencias que son producto del entrenamiento y la experiencia. Por supuesto,
también requieren saberes teóricos, pero estos saberes, por sí mismos, no hacen
al administrador, más bien le complementan. Por tanto, la administración no es
un campo disciplinar, es más bien un núcleo de actividades cuyo escenario es,
por antonomasia, la o las organizaciones.
Conclusiones
La
administración es un campo epistemológicamente vacío. No existe, ni como
ciencia, ni como teoría. La administración como tal es solo una actividad que
supone saberes que los administradores deben poseer para hacer de ella una
actividad eficiente. Es de preguntarnos si existe o no la ciencia “de la”
administración, en calidad de «ciencia reguladora», según los paradigmas
científicos emergentes.
Es
entendible que la administración —como actividad directiva— sea científica,
pero solo si los administradores se apoyan en los saberes científicos y
técnicos; esto es, la cientificidad de la actividad administrativa está
centrada en el sujeto y no en el objeto. La administración es, más bien, una
actividad profesional con apoyos tecnocientíficos claramente identificados y
efectivamente contribuyentes a la eficiencia de las tareas administrativas,
sobre en todo en el seno de organizaciones complejas. Es un error de forma y
fondo postular que las universidades enseñen administración, cuando lo que
realmente ofrecen a sus estudiantes son aprendizajes en ciencias y técnicas de
la administración, pues el arte de conseguir resultados por medio y a través de
las personas —los otros— es más una habilidad y una competencia, para las
cuales ciertamente se requiere entrenamiento a fin de desarrollarlas a
plenitud. Los egresados de los programas universitarios se titulan “sabiendo”
tales ciencias y técnicas, así como conceptos básicos de administración — el
proceso administrativo—, pero ello no implica necesariamente que tales estudios
curriculares les haga administradores. La competencia —en el sentido de
habilidad— de los administradores se forma en el camino y en el desempeño de la
práctica profesional en las organizaciones, de tal suerte que administrador es
el que administra, no tanto el que sabe administración.
Administrar
es algo que se aprende en la brega y con las riendas del mando en las manos, exactamente
del mismo modo que nadar se aprende nadando. Las licenciaturas, así como los
posgrados universitarios, brindan lecciones de técnicas y ciencias de la
administración y eventualmente proporcionan escaso entrenamiento directivo en
liderazgo, manejo de conflictos, toma de decisiones, negociación, motivación,
que es lo más que pueden en efecto hacer. Sin embargo, esto no desluce el
carácter profesional que los administradores puedan llegar a enarbolar en el
ejercicio de su profesión.
Las
organizaciones —como escenario natural de acción de los administradores— son
cada vez más complejas, pues cohabitan en entornos más competidos y por ello
requieren crear y sostener ventajas competitivas que solo los Managers y
líderes, ejecutivos y gerentes pueden desarrollar. Las organizaciones solicitan
Generales que las lleven con estrategia al éxito, que no es otro que el logro
de sus objetivos y metas.
Parece
que el verdadero y trascendental debate no radica en el tratamiento de
cuestiones empistemológicas — como la aquí tratada—, sino más bien en
vislumbrar las formas en cómo los planes y programas de estudio de las carreras
gerenciales y de negocios son capaces de lograr efectivamente crear y
desarrollar las habilidades y competencias profesionales necesarias para formar
auténticos líderes y manejadores de organizaciones.
Referencias
Álvarez
Barajas, Enrique (1976). Ciencias de la comunicación.
Dirección General de Difusión Cultural
(UNAM),
México.
Appely, Lawrence (1956). Management in Action. AMA, USA.
Beuchot,
Mauricio (1987). Metafísica: la Ontología aristotélica
tomista de Francisco de Araujo. UNAM,
México.
Bolton, W
(2001). Mecatrónica: sistemas de control electrónico
en la ingeniería mecánica y eléctrica. Alfa
Omega, México.
Baena del
Alcázar, Mariano (1991). Curso de ciencia de la
administración. Tecnos, Madrid.
Fayol, Henri
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1 abr 2012
La política económica como intento de planeación en México. (apuntes para bachillerato).
Por: Miguel Ángel Alvarado.
Introducción.-
Para la elaboración del presente trabajo, se decidió optar no solo por la explicación positivista del tema sino que se planteó adoptar una postura un tanto crítica pero sin caer en una postura marxista. Es por ello que se buscaron otros materiales de consulta que arrojaran un poco de información en este sentido, así pues se consultaron documentos académicos de distintos profesores en distintos planteles universitarios, así como sitios especializados en economía.
A través del presente trabajo pretendo explicar qué es y cómo funciona la planeación económica, en que se sustenta y como se ha desarrollado históricamente. También se pretende explicar cómo en la teoría se enseña que en materia económica es indispensable trazar un plan a seguir para obtener como objetivo un desarrollo y bienestar social. Sin embargo, al reflexionar sobre la complejidad de la economía globalizada y del desenfreno del neoliberalismo económico donde las corporaciones financieras llegan a tener más dinero que los Estados y por tanto más poder que el mismo Estado, nos lleva a cuestionarnos si la cuestión de planeación es realmente producida por el Estado en beneficio de su población o si ésta obedece a intereses financieros y presiones políticas de estas empresas o instituciones financieras como el FMI y el Banco Mundial quienes para otorgar créditos a los países les condicionan una serie de requisitos que desembocan en políticas económicas que al final de cuentas no benefician a la población sino a los capitalistas. Así pues no es extraño que algún país tercermundista tenga en su plan de desarrollo la creación de carreteras en lugares donde la población no tiene autos, pero tiene recursos naturales.
La Política Económica.-
Se puede entender como “política económica, a la intervención del Estado a través de estrategias, planes, inversión pública, concientización de las masas, legislación y otros instrumentos en una economía. Los objetivos suelen ser la inflación, el desempleo y el crecimiento, las autoridades económicas también se preocupan del presupuesto público, las cuentas con el sector externo y el nivel de endeudamiento de nuestro país. El objetivo principal de la política económica es lograr el desarrollo socioeconómico del país”.
Entre las acciones que realiza el Estado a través de la política económica para lograr el desarrollo socioeconómico del país encontramos: La estabilidad monetaria, la estabilidad del sector externo, la estabilidad de los precios, la pre-distribución del ingreso, la elevación del nivel de vida de la población, la reducción del desempleo y subempleo, la conservación y explotación racional de los recursos naturales así como el desarrollo del mercado interno.
Estos objetivos se obtienen por medio de metas de corto, mediano y largo plazo; metas económicas, sociales y políticas; metas globales y sectoriales; así como metas nacionales, regionales, estatales, municipales o locales. Para ello el Estado utiliza distintos instrumentos que forman parte de la política económica general, subdividiéndose según la actividad económica a la que está dirigida.
Analizando esta definición encontramos que se queda corta, pues solo nos plante un “deber ser” que dista mucho de una realidad social ya que existe un trasfondo de intereses como se puede observar en la siguiente definición donde se aprecia una postura más crítica y se nos habla de que la política económica está sujeta a los intereses de las clases dominantes lo cual nos lleva a dos acepciones de este concepto dependiendo si se trata de un país capitalista o socialista.
De acuerdo con el diccionario de economía política, se define como “el sistema de medidas económicas que el Estado aplica en interés de las clases dominantes. El carácter, la orientación social y la extensión de la influencia que ejerce la política económica son totalmente determinados por el régimen político-social, por las leyes objetivas de su desarrollo”.
La propiedad privada capitalista sobre los medios de producción y las relaciones de producción que de ella se derivan, determinan el carácter de la política económica del Estado burgués. La finalidad de dicha política económica es el de proteger la propiedad privada y ampliar la esfera de la explotación capitalista. Dicha política económica, en su conjunto, se opone a los intereses fundamentales de las masas trabajadoras y por este motivo lleva a una agudización de las contradicciones de clase. En los países capitalistas la economía está sujeta a un régimen de propiedad privada, las medidas indicadas se llevan a cabo sólo en lo que favorece a los intereses ante todo de la burguesía monopolista.
Las relaciones socialistas de producción confieren a la política económica del Estado socialista un contenido distinto, por principio del que poseen en el régimen capitalista. En la sociedad socialista, la política económica se basa en la utilización consciente de las leyes económicas del socialismo y se orienta hacia la creación de las condiciones necesarias para que se incremente rápidamente y sin obstáculos la producción social con el fin de satisfacer las crecientes necesidades de toda la sociedad y de cada uno de sus miembros. Bajo el socialismo, aumentan en proporciones inmensas el papel y la magnitud de la acción que ejerce la política económica del Estado sobre el desarrollo de la sociedad, pues dicha acción abarca a toda la economía nacional y se lleva a cabo de manera planificada.
La planificación Económica.
El término planificación se ha venido usando inexactamente indicar diversos tipos de intervención del Estado en la vida económica que van desde las tentativas de dirigir la actividad económica por medio de la política económica, financiera y crediticia, hasta la planificación total y rígidamente. Debido a la diversidad de significados se han presentado diversas discusiones en torno a su mismo concepto y a las relaciones que cabe establecer entre la intervención del Estado en el proceso económico. Resulta realmente difícil adoptar una definición concreta de lo que es planificación económica o de lo que debe entenderse como plan.
Como lo señala el profesor Lauro Soto en su trabajo “Política Económica Como Intento De Planificación En México”, para algunos, este término solamente puede atribuirse a los esquemas de desarrollo de carácter global referidos a una determinada economía, debiendo utilizarse los términos programa o proyecto específico cuando se trate de esquemas de carácter parcial o de acciones coordinadas de tipo sectorial, regional, etc. Otros no aceptan siquiera que pueda hablarse de verdadera planificación económica si el Estado no tiene en sus manos todos los hilos que mueven la economía y si no ha sido eliminada la propiedad privada de los medios de producción. Es decir, que no puede haber una planificación en un Estado capitalista pues en el neoliberalismo cada vez es menos frecuente la participación estatal en los factores de la economía, “se deja hacer, se deja pasar” (A. Smith).
Por el contrario otros autores manejan un concepto regido mas por la parte operativa que por la semántica o formal, ya que partir del hecho mismo de que un plan puede ser definido, de forma sintética como un conjunto coherente de objetivos y de medios referidos al desarrollo de una unidad económica determinada dentro de un espacio temporal concreto», parece indudable que la idea de coordinación debe presidir tanto el documento concreto en el que deberá quedar materializado el propio plan, como su misma ejecución. Coordinación que presenta una doble vertiente: a) coordinación de objetivos, lo cual comporta el establecimiento de prioridades.
Por lo tanto, habremos de señalar que existe una planificación socialista a la que llamaremos central y una planificación económica capitalista.
Planeación Económica Capitalista.- Es el intento de los países capitalistas por dirigir la evolución y el desarrollo de la economía nacional hacia objetivos predeterminados. Está integrada por un conjunto de medidas que aplica el Estado para racionalizar la actividad económica y evitar las fluctuaciones cíclicas. De lo anterior se desprende la llamada Planeación indicativa, que es la que llevan a cabo algunos países capitalistas y es obligatorio para el sector público y sugerida para el sector privado.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LA PLANIFICACIÓN SOCIALISTA
La planificación es una categoría macroeconómica.
La planificación se logra mediante la elaboración y ejecución de planes.
Debe poseer una correspondencia entre los medios e insumos utilizados y los objetivos que se desea alcanzar.
Se planifica el empleo, de las fuerzas productivas y sus precios, su crecimiento, su financiamiento y su ubicación territorial.
Pleno empleo de las fuerzas productivas, las altas tasas de acumulación, la eliminación de la inflación y de las crisis económicas y a largo plazo, el desarrollo integral de la sociedad.
CARACTERÍSTICAS DE LA PLANEACIÓN CAPITALISTAS
Es una función que lleva a cabo el Estado
El estado se adjudica la función de planear.
Se toman en cuenta los intereses de los capitalistas.
El Estado debe consultar a los principales capitalistas y dirigentes sindicales.
La planeación capitalista o indicativa es parcial (sector público).
La planeación debe respetar las “reglas del juego” capitalistas, como el funcionamiento del mercado y la libertad de invertir y de comprar para quienes tienen capacidad de hacerlo.
OBSTÁCULOS: Falta de infraestructura e intereses políticos.
Intentos de Planificación en México.
La política económica aplicada por el Estado mexicano en las últimas décadas ha tenido como objetivos principales promover el desarrollo capitalista en los diversos sectores y ramas de la economía y buscar la independencia económica respecto del exterior (al menos en teoría).
La aplicación de dicha política se ha visto como un intento de planificar, o de planear la economía nacional. Los resultados de estos intentos de planeación se pueden analizar en función de los objetivos planteados en cada sexenio y en la existencia o inexistencia de desarrollo socioeconómico; es decir, revisar si se ha mejorado la calidad de vida de los mexicanos.
A continuación se señalarán algunos antecedentes históricos de los planes implementados en México.
Los gobiernos de Carranza, Obregón y Calles, durante la década de 1920, buscan la estabilidad económica y financiera por medio de la creación de infraestructura tanto material como institucional. Los principales organismos que se fundaron para obtener dichos objetivos son los siguientes:
- Banco de México, S.A. (1925)
- Comisión Nacional de Irrigación (1925)
- Comisión Nacional de Caminos (1925)
- Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganaderos, S.A. (1926)
De 1920 a 1930 no se puede hablar todavía de intentos de planeación, pero sí de la aplicación de medidas de política económica que tienen como objetivo principal fomentar las actividades productivas en detrimento de las actividades especulativas y comerciales. Con tal fin, se utilizan varios mecanismos e instrumentos:
- Inversión pública en obras de infraestructura, como caminos y presas.
- Selección cualitativa del crédito bancario, en especial en el que se dirige a las actividades agropecuarias.
- Expedición de leyes y decretos que reglamentan el mercado de dinero y de capitales.
Durante la década de 1930, el Estado ejerce el control directo sobre los sectores más importantes de la economía: petróleo, ferrocarriles, electricidad, banca y agricultura, pero además influye indirectamente sobre la economía mediante la aplicación de leyes, controles, subsidios y aranceles.
El primer Plan Sexenales formulado en 1933 por el Partido Nacional Revolucionario (PNR) con el objeto de que fuera llevado a la práctica por su candidato a la presidencia, Lázaro Cárdenas, en el sexenio de 1934 a 1940.
Como podemos ver en estos antecedentes se crean las bases tanto de estructura como de operación para poder implementar planes que lleven al País a cierto grado de desarrollo en esta etapa postrevolucionaria donde había precisamente que “armar” la estructura e instituciones nacionales para soportar la segunda mitad del siglo pasado.
Ahora bien, con el “cambio” democrático del Presidente Fox México comenzó un nuevo siglo enfrascado en una tendencia neoliberal y obviamente el plan de desarrollo tiene estos matices claramente neoliberales. Así pues, tenemos que el “PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2001-2006” pretendía atender retos que enfrentaba el país para disminuir los riesgos y aprovechar las oportunidades que permitan el desarrollo del país. Se plantea una visión de largo plazo del país de 25 años. La misión del gobierno era conducir al país hacia una sociedad más justa y humana y una economía más competitiva e incluyente. Se pretendía que el gobierno fuese conducido bajo los principios del humanismo, equidad, cambio, inclusión, sustentabilidad, competitividad, desarrollo regional, apego a la legalidad, gobernabilidad democrática, federalismo, transparencia y rendición de cuentas.Por lo tanto, las prioridades para poder alcanzar ese México deseado eran: Desarrollo social y humano, crecimiento con calidad, orden y respeto.
Los programas nacionales sectoriales eran: Programa sectorial de agricultura, programa nacional de Turismo, programa especial de Ciencia y tecnología, progresa, oportunidades (combate a la pobreza), fomento a la investigación educativa, programa nacional de desarrollo urbano y ordenación del territorio.
Otros planes: Continuación de la política monetaria del “corto”, que significa retirar dinero de la circulación. Se desarrolla una política monetaria de apoyo al peso frente al dólar. Los 2 primeros años el peso se mantiene sobrevaluado. Se continúa con el pago puntual y programado del servicio de la deuda externa.
Atribución legal del estado.
Un aspecto que no debe pasar desapercibido es que todas estas acciones y planes del Estado no podrían realizarse sin un marco jurídico correspondiente que le de facultades y atribuciones al Estado y en especial al Ejecutivo para poder actuar sobre materia económica.
Al respecto, se puede considerar brevemente los siguientes artículos constitucionales.
En materia de contribuciones tenemos: Artículo 31 Fracción IV.-“Son obligaciones de los mexicanos: ...IV.- Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación como del Distrito Federal o del estado municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes.”
En materia económica del H. Congreso de la Unión: Artículo 73 Constitucional: “El Congreso tiene facultad:”
Fracción VII.- “Para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el presupuesto”.
Fracción VIII.-“Para dar las bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la Nación, para aprobar esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional. Ningún empréstito podrá celebrarse sino para la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento en los ingresos públicos, salvo los que se realicen con propósitos de regulación monetaria...”
Fracción IX.- “Para impedir que en el comercio de Estado a Estado se establezcan restricciones;”
Fracción X.- “Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería, industria cinematográfica, comercio, juegos con apuestas y sorteos, intermediación y servicios financieros...”
Fracción XVI.- “Para dictar leyes sobre nacionalidad, condición jurídica de los extranjeros, ciudadanía, naturalización, colonización, emigración e inmigración y salubridad general de la República...”
Fracción XVIII.- “Para establecer casas de moneda, fijar las condiciones que ésta deba tener, dictar reglas para determinar el valor relativo de la moneda extranjera y adoptar un sistema general de pesas y medidas;”
Fracción XXIX-A.- “Para establecer contribuciones: 1º. Sobre el comercio exterior...”
Fracción XXIX-D.- “Para expedir leyes sobre planeación nacional del desarrollo económico y social;”
Fracción XXIX-E.- “Para expedir leyes para la programación, promoción, concertación y ejecución de acciones de orden económico, especialmente las referentes al abasto y otras que tengan como fin la producción suficiente y oportuna de bienes y servicios, social y nacionalmente necesarios;”
Fracción XXIX-F.- “Para expedir leyes tendientes a la promoción de la inversión mexicana, la regulación de la inversión extranjera, la transferencia de tecnología y la generación, difusión y aplicación de los conocimientos científicos y tecnológicos que requiere el desarrollo nacional;”
Fracción XXX.- “Para expedir todas las leyes que sean necesarias, a objeto de hacer efectivas las facultades anteriores y todas las otras concedidas por esta Constitución a los Poderes de la Unión”.
Facultades en materia económica de la Cámara de Diputados: Artículo 74 Constitucional: “Son facultades exclusivas de la Cámara de Diputados:”
Fracción IV.- “Examinar, discutir y aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación...;”
Fuentes.-
http://www.laeconomia.com.mx/politica-economica/
Diccionario de economía política de Borísov, Zhamin y Makárova disponible en http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/p/politica.htm
Política Económica Como Intento De Planificación En México, Lauro Soto, Ensenada, BC, Mexico. Copia virtual disponible en: www.mitecnologico.com/im/Main/PoliticaEconomicaComoIntentoDePlanificacionEnMexico
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